MÉTODOS Y DISPOSITIVOS DE MEDICIÓN DE LA VELOCIDAD DEL ENTRENAMIENTO.
Aunque no es algo nuevo, ya que ya hace unos años que se está investigando y utilizando el control de la velocidad de ejecución de un ejercicio, si que es cierto que estaba limitado por su precio, por lo que únicamente lo utilizaban investigadores, profesionales del alto rendimiento o gente dispuestas a invertir en ese tipo de equipos.
Sin embargo, en los últimos años han aparecido diferentes opciones que nos permiten, ajustando nuestro presupuesto a las necesidades reales de los deportistas o entrenados, tener por un precio más asequible acceso a esta información. Podemos dividir los dispositivos más habituales en cuatro grandes grupos más un quinto método que no necesita de materiales, aunque dentro de cada habrá modelos con características diferentes. En próximos artículos entraremos en más detalles de cada uno de ellos.
• Transductores lineales por cable: El dispositivo tiene un cable que se conecta al objeto del que queremos medir su velocidad de desplazamiento lineal (normalmente la barra). Para todos los modelos de este tipo la consideración más importante para que los datos sean fiables es que el dispositivo se coloque completamente debajo de la barra durante el ejercicio, para que el único desplazamiento sea en el plano que queremos medir. Dentro de los modelos más populares tenemos el T-Force (que se usa además como gold standard), el smartcoach, el muscle lab o el de chronojump (que es además el más económico). Cada encoder tiene su propio software, y según nuestras necesidades (y presupuesto) tenemos un amplio abanico donde elegir. Además de estos, queremos destacar un modelo nuevo en el mercado, el Speed4lifts que tiene como novedad el funcionar mediante bluetooth y tener software para smartphone (todos los anteriores tienen conexión por cable y software únicamente para ordenador).
Modelo
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Web
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Imagen
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Smartcoach
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Muscle lab
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Chrono jump
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T-Force
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Speed4lifts
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Gymaware
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- Transductores por infrarrojos: El dispositivo (en este caso una cámara de infrarrojos) mide la velocidad de desplazamiento de una “diana” situada sobre el objeto que queremos. La llegada de este dispositivo hace menos de 2 años supuso una revolución por la posibilidad de conseguir datos fiables sin necesidad de tener un cable conectado a nuestra barra, lo que además abre en un futuro un mundo de opciones para medir velocidades en diferentes contextos de forma sencilla. El mayor problema que presentan estos dispositivos es la necesidad de controlar los movimientos de la diana en el resto de planos que no se miden, es decir, evitar por ejemplo que la diana en su desplazamiento arriba-abajo durante una sentadilla se acerque o se aleje de la cámara, lo que haría que perdiera precisión. Para ello se recomienda colocarla en el “tapón” de la barra y situar la cámara en el lateral del deportista (en el caso de que no se use una máquina smith con guías)
Modelo
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Web
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Imagen
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Velowin
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- Dispositivos con acelerómetros y giroscopios: El dispositivo se coloca directamente sobre el objeto que vamos a medir y mediante el uso de sensores calcula la velocidad de desplazamiento. Los dos dispositivos más “populares” son PUSH BAND y BEAST. Estos dispositivos se conectan por bluetooth con cualquier smartphone y si bien su fiabilidad a día hoy es bastante discutida pueden ser una gran opción en un futuro.
Modelo
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Web
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Imagen
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The beast sensor
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Push band
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• Software de análisis de vídeo: Usando un dispositivo normalmente móvil (smartphone) se graba y se analiza el movimiento y su velocidad. La app más completa a día de hoy es PowerLift y si bien este método no nos permite conocer en tiempo real la velocidad, es una gran opción a un muy pequeño precio para comenzar a trabajar con nuestros deportistas.
Modelo
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Web
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Imagen
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Power lift
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MyJump2
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• El quinto método sería la percepción subjetiva de nuestro cliente o deportista. Si le preguntas a una persona acostumbrada a entrenar seguramente sea capaz de decirte en que repetición habrá pasado esa pérdida de velocidad admisible dentro de la serie, por lo que tengamos o no otros materiales es una muy buena opción enseñarle a llegar a tener esa capacidad de percibir su grado de esfuerzo (además puede llegar a ser muy fiable: Bautista IJ y col. 2014)
Bibliografía.
- González-Badillo JJ, Sánchez-Medina L. Movement velocity as a measure of loading intensity in resistance training. International journal of sports medicine 2010; 31(05): 347- 352.
- Sánchez-Medina L, González-Badillo JJ, Pérez CE, Pallarés JG. Velocity-and power-load relationships of the bench pull vs. Bench press exercises. International journal of sports medicine 2014; 35(03): 209-216.
- González-Badillo JJ, Yañez-García JM, Mora-Custodio R, Rodríguez-Rosell D. Velocity Loss as a Variable for Monitoring Resistance Exercise. International journal of sports medicine 2017; 38(03): 217-225.
- Sánchez-Medina L, González-Badillo JJ. (2011). Velocity loss as an indicator of neuromuscular fatigue during resistance training. Medicine & Science in Sports & Exercise 2011; 43(9): 1725-1734.
- González-Badillo JJ, Sánchez-Medina L, Pareja Blanco F, Rodríguez Rosell D. La velocidad de ejecución como referencia para la programación, control y evaluación del entrenamiento de la fuerza. 2017.
- Pareja-Blanco F, Rodríguez-Rosell D, Sánchez-Medina L, Gorostiaga EM, González- Badillo JJ. Effect of movement velocity during resistance training on neuromuscular performance. International journal of sports medicine 2014; 35(11): 916-924.
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